Hola amig@s, hoy os traigo una entrevista a Iván Vergara @_Appu_ realizada por Sandra Carvajal (www.artedorad.wordpress.com), que colaborará esporádicamente con este blog. Iván, además de un buen amigo, es una persona digna de admiración, que muy joven dejó su México natal para venir a España en busca de una oportunidad. Iván es fundador de La Placa (Plataforma de Artistas Chilango-Andaluces) y de la Editorial Ultramarina Cartonera & Digital. Os posteo la entrevista íntegra que Sandra hizo a Iván con motivo de #Liberalibros, una nueva iniciativa llevada a cabo por este incansable gestor cultural y prolífico poeta que es Iván.
- Sorbito al café
- Libreta
- Sorbito
- ¿Dónde están mis lápices?
- Sorbito
- Sigo buscando
- Sorbito
- ¡Qué tarde!
- Sorbito
- Cierro la puerta
Me encuentro en Nervión, dando vueltas alrededor del estadio hasta llegar a la esquina donde he quedado.
- Hola, Iván
- Hola, Sandra
Tras andar unos pasos le asalto con la primera pregunta: ¿qué es #Liberalibros ?
#Liberalibros es un acto que tiene todo un año de durabilidad. Es una cosa tan sencilla como dejar libros por las calles. ‘Como el bookcrossing de toda la vida, dejar libros para que cualquier persona pueda pasar y agarrarlos’.
Pero es crucial descubrir cómo surge esa propuesta, ahora realidad. Y resulta que todo se originó a partir del cierre de Ultramarinos, sede de la PLACA, Plataforma de Artistas Chilango Andaluces. Iván Vergara se dio cuenta de la cantidad de libros que había ido adquiriendo en sus, ya, diez años en España. Biblioteca que ha ido cargando -y aumentando- en cada nuevo espacio, casa nuevo hogar. Si algo le acompañaba de uno a otro sitio era la literatura -en grandes cantidades-.
Se da de bruces con una realidad: esos libros, ya leídos, aguardaban en estanterías, otras veces en cajas, sin unas manos pasaran sus hojas, sin unos ojos curiosos sobre su grafía. Nadie a quien ensoñar.
Muchos de ellos estaban dispuestos para su venta en Ultramarinos. Otros no tuvieron la suerte de estar siquiera expuestos para préstamo.
Así, se decidió a donarlos. Pero no donarlos sin más. ‘Son muchos’: la idea es ir creando esta donación como una apuesta diaria, documentada, hacer una experiencia de todo ello e intentar que se una a la misma el mayor número posible de personas: hacerlos partícipes y cómplices. Y éso sólo se consigue a través de la red.
Iván porta un libro en su bolso de cuero con diseño mexicano. Llega al punto cero, camina, observa, saca su cámara y empieza el acto.
Estas cápsulas son grabadas en primera persona, acentuando aún más el sentido que cobra cuando un espectador se sienta frente a la pantalla y clickea play.
¿Qué le inspiró más -me pregunto-? ¿La idea de imaginarse dónde estarán esos libros ahora, qué dedos pasarán sus páginas? ¿O será tal vez el hecho en sí de volver a coger una cámara y volver a disfrutar del formato, la perspectiva personal extrapolada a la visión colectiva que proporcionan sus cápsulas?
‘Sin duda, la aventura del libro’
Iván reconoce que se despierta pensando en la suerte de esos libros, ahora libres.
La parte de realizar el vídeo la vive como puramente documental. Esta primera fase sólo consiste en grabar el momento y subirlo a la red el mismo día, pero este proyecto Liberalibros tiene más discurso y, para ello, la planificación de diferentes etapas a lo largo del año.
Se me antoja pensar que #Liberalibros es como una semilla que cada uno tomará para dar continuidad al proyecto, para hacerlo universal. Me imagino a miles de personas grabando su propio liberalibros, en un formato en el cual cada uno explique su por qué: por qué libera, por qué ese libro, por qué ese lugar. Como un gran documental realizado a través de la experiencia de cada individuo, editado por Iván.
Estos actos se proponen como una invitación para cada uno de nosotros. Una actitud que nos contagie, que nos haga reaccionar y repetir al acto como un hilo continuo.
Una pretensión de réplica, pero no copia. Que hagamos una experiencia similar, pero propia y diferente.
‘Todos en casa tenemos muchos libros, que forman parte de la historia personal de cada uno. Pero hay otros a los que no se les tiene el mismo aprecio, y, en vez de que estén viajando, compartiéndose, o prestándose, están haciendo castillos de silencio’
Hay una clara intención de transmitir un sentimiento positivo ante algo que se está generando, ya que no se está comercializando con estos libros, se están donando voluntariamente y de forma anónima. Así, a través de la empatía por el proyecto, se pretende llegar a motivar para dar continuidad al ‘acto’.
Lo que sí marca el proyecto es la idea de que aquél que encuentre el libro envíe una foto del mismo al productor de #Liberalibros.
También propone que cedan libros para que el propio Iván los libere y realice la cápsula, con la intención de completar la meta, bien definida, de liberar un libro al día, cada día de este 2014. Y no necesariamente en la ciudad de Sevilla, un libro al día allá donde se encuentre. Ya que no hay una tabla que regule dónde liberar. Espacio público. Espacios privados como cafeterías, bares, oficinas.
No premedita el lugar, aunque ‘un sitio donde al entrar escucho a The Cure, es un buen sitio’.
Lo importante es dejarlos donde la gente pueda verlos y recogerlos. Y cada libro lleva una reseña, un brevísimo texto que refleje su pequeña historia, marca de diferencia entre ése y el resto de su tirada.
No importa mucho qué título elija de entre sus pertenencias, pues ‘todos correrán la misma suerte’.
Iván se muestra satisfecho con la acogida del proyecto en las redes, esos ojos brillantes reflejan la ilusión infantil de que se complete de forma colectiva. Una llama de esperanza en el hombre. De nuevo, aparece el ‘Real Humanismo’.
La curiosidad puede conmigo y con descaro me meto dentro del bolso, intentando averiguar qué libro liberará hoy. Dos libros. Uno de ellos no regresará a casa esta tarde: ‘La princesa de hielo’, de Camilla Lackberg. El otro, en proceso de lectura, no volará: ‘Peaje’, de Julio de la Rosa, ejemplar firmado por el autor la noche anterior.
¿Desprenderse de las cosas nos hará más felices? Depende del qué y de quién, pero la verdadera utopía de Liberalibros sería conseguir liberar todo lo que no tengamos en uso, ‘la utopía está allí, es cosa de alcanzarla y hacerla real.
El deseo, el propósito para cuando se complete este proyecto: ‘comenzar otro’.
MÁS INFO: Podeis seguir a Iván y la evolución de #Liberalibros en su blog personal: La Firma del Caracol
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